“Herido, pero no derrotado. El Rey ascenderá para ocupar el lugar que le
corresponde”

No comprendo el orgullo y el sentimiento de mucha gente hacia aficiones y hobbies, tales como participar en la semana santa con los tamborcicos, festejos taurinos o los que tienen una segunda vida en un juego on-line.
Comienzo con esta frase porque entiendo que
mucha gente no comprenda las emociones que puede despertar el fútbol, yo
tampoco las comprendo, pero las vivo, sufro y disfruto.
Este pasado
fin de semana nos tocó sufrir con nuestro Real Zaragoza, que no luchó tan
bravamente como en ocasiones anteriores, pero se dejo los colmillos en el
campo. La diosa fortuna decidió que nos quedáramos un año más en segunda.
Pero a pesar
de las circunstancias adversas esta temporada he podido comprobar que ese
zaragocismo con el que crecí, el que te llenaba la boca de orgullo ha vuelto. O
tal vez nunca se fue y fui yo el que perdió la ilusión, por ver a un equipo
antes campeón sumido en una espiral de derrota y de descenso a un pozo en el
que al final nos esperaba la desaparición del club.
Hacía años
que no me sabía más de cinco nombres de la plantilla del Real Zaragoza, ya que
había un tránsito de mercenarios que no se ganaban su sueldo ni llevar la
camiseta de este club. Pero este año ha sido distinto, no sé si debido a la
nueva directiva y aspiraciones del club, que la plantilla ha estado más
entregada o, y seguramente este sea el motivo de mi renovada fe, a que he conocido a personas que
creían ciegamente en este Real Zaragoza y han ayudado a recordarme que somos un
gran club, que es parte de la historia de nuestra tierra y seña de identidad de
todo zaragozano.
En fin, he
vuelto a creer, he vuelto a amar estos colores como aquel chaval que fui que
lloraba de felicidad tras ver marcar a Higuera el penalti que nos dio la Copa
del Rey que nos abrió camino a la Recopa.
El final no
ha sido el esperado, pero mi apoyo a este equipo es más fuerte que nunca. Es
posible que la plantilla cambie, que sigan los tiempos difíciles un poco más,
pero seguiré apoyando a este equipo que tantas emociones y alegrías me ha
proporcionado.
¡AUPA
ZARAGOZA!